Junior y Chicho, agentes de la noche

Ayer pensábamos no salir, pero después de una puntual visita de Chicho a la Caixa, pensó que no era buena idea desperdiciar un jueves, así que tomó el teléfono en su mano y marcó el número de Junior. Como podría esperarse, después de 45 minutos de spinning y una ducha refresacante, Junior asintió sin pensarlo y quedaron a las 20:30 en el bar mítico las Jarritas.

Nada más llegar allí, la primera mirada a nuestras conocidas "Trolacas". Estas dos chicas deben trabajar por la zona y todos podréis entender por qué "Trolacas", así que no entraré mucho más en el tema. Como siempre, la esquina estaba ocupada y llevamos dos semanas que estamos tristes allí porque Félix se ha vuelto a operar de la pierna para quitarse los clavos después del accidente, así que MUY MAL. Mal porque el sustituto, un chaval jóven, no nos ponía tapa y tuvimos que pedirla hasta en tres rondas, es decir, todas menos una. Detras de Junior estaba el primo friki del sustituto de Félix, un personaje que no hacía más que hablar con todo el mundo, o por lo menos intentarlo, y agobiar al personal. El fin nocturno de ayer en las jarritas llegó en el momento en que una espabilada puso una copa encima de la barra y Junior la tiró, mojándose todo el abrigo.

Con el agobio salimos del local (habrá más y mejores ocasiones en Las Jarritas) y nos fuimos a tomar una pinta de Murphy's . Cuando llegamos nos llevamos una agradable sorpresa al ver la prueba de sonido de Little Victor, un italiano con una armónica al cuello y guitarra, un batería y un bajo. Así que nos fuimos a la barra a pedir la pinta y, cuando salimos, nos llevamos una mejor sorpresa al ver una mesa libre. Acompañamos las pintas con unas patatas fritas y salchichas y una patata asada con roquefort y aderezada con música Rockabilly de los 50-60.

Al rato, vimos que era mejor una retirada a tiempo y nos marchamos para casa a eso de las 23:30, no sin una mirada de reojo al LEEEEEEEEEEEEMON!!! y al Coco-Loco Madrid, sitio que tendremos que visitar.

Conclusión: Por fin salimos de tranquis, como siempre de actitud, pero esta vez también de horario, lo que nos permite quizá un viernes un poco más largo.